¡Asómense fuera de sus conchas para ser contados!
Los caracoles no son tan perceptibles como muchas otras especies. Desafortunadamente, cuando los seres humanos piensan en las criaturas que viven en El Yunque, piensan en lagartijos, aves, murciélagos y ranas, y no en los caracoles y en nuestros primos sin conchas: las lapas. ¿Por qué no? Principalmente vivimos en la tierra o en hojas sobre la tierra. También vivimos sobre los troncos de los árboles y no somos tan fáciles de avistar. Algunos de nosotros somos muy pequeños. Tal vez por esto es que los humanos no entienden muy bien la ecología de los caracoles terrestres. (La ecología es nuestra relación con el medioambiente.).
¡Comoquiera, sí existimos y sí contamos! Unos 34 tipos de caracoles terrestres viven en el bosque exuberante de El Yunque y uno de las más comunes es Caracolus caracolla (o C. caracolla, como nos apodamos). Somos muy comunes y se nos puede encontrar en todas partes del bosque, aunque hay que mirar de cerca. Los caracoles somos más comunes y hay más variedades de nosotros en los bosques tropicales como El Yunque, que en los bosques templados de temperatura más fría. También tenemos más tipos aquí. Los caracoles nos alimentamos de plantas y de materia orgánica que se acumula en el suelo, lo cual nos hace muy importantes para la comunidad forestal. ¡Toma esto, cotorra puertorriqueña muy vistosa, pero muy escasa!