Criaturita de El Yunque
Todo lo que has querido saber acerca de los huracanes pero tuviste miedo de alzar la mano y preguntar
Boletín especial
INFORMACIÓN PARA CRIATURITA DE EL YUNQUE
“El servicio de mensajes más continuo del bosque de Luquillo”
Bienvenidos a Información para Criaturita de El Yunque, el servicio de mensajes que por más tiempo ha estado en operación en Luquillo. Contrario a otras publicaciones forestales en línea., Criaturita se compone de “gorjeos” o mensajes por y para toda la comunidad forestal. Uno de sus principales propósitos es preparar a la comunidad para las emergencias próximas. Desde su creación, se ha convertido en la fuente de noticias más respetada del bosque.
Criaturita se presentó por primera vez hace siglos después de que un huracán en 1780 destruyó gran parte del bosque. Un pájaro bobo mayor presenció la aniquilación de su familia cuando un viento espantoso tumbó su nido de un árbol. Inmediatamente, se prometió a sí mismo comenzar un boletín que preparase a los habitantes del bosque respecto a la llegada de futuros huracanes y otras emergencias. Al principio, el envío de mensajes resultó ser fácil. El pájaro bobo rápidamente escribía gorjeos y los fijaba en un árbol local de yagrumo. Otros animales podían añadir gorjeos o comentarios sobre los gorjeos de otros. Al evolucionar la tecnología, el pájaro bobo decidió proteger los árboles y poner todos los gorjeos en línea. Al querer hacer que la plataforma para enviar mensajes estuviese disponible para todos, la nombró “Criaturita de El Yunque” o simplemente “Criaturita”.
Aunque estuvo disponible para todos los animales del bosque pluvial, los pájaros bobo mayor continuaron siendo editores de los mensajes hasta la llegada de las cotorras puertorriqueñas para comienzos de la década de 1900. Las cotorras fueron forzadas a moverse de sus hábitats originales de la isla. Las que quedaron buscaron refugio en El Yunque. La mayor parte de la comunidad forestal consideró que las cotorras eran mejores comunicadores que los pájaros bobos y a las cotorras se les pidió que monitorearan y editaran los mensajes. Desafortunadamente, para la década de 1960, la población de cotorras había disminuido drásticamente. Ya no podían continuar como editores. Hoy, las reinitas editan Criaturita, lo cual más que nada consiste en velar que no hubiese información incorrecta. Aun así, a veces hay información equivocada que se cuela, de modo que se exhorta, a todos los usuarios de Criaturita, ¡a que lean los gorjeos cuidadosamente! Como somos las aves más comunes del bosque, se nos facilita acceder a toda la comunidad.
Regina Reinita
Líder de Gorjeos, de Criaturita
Gorjeo #199
1 de junio de 1998
El 1ro de junio marca el comienzo de la temporada de huracanes. Como los huracanes tienen el potencial de causar más daño a la comunidad forestal que cualquier otro desastre natural o creado por el ser humano, estamos cuidadosamente atentos a ellos, desde ahora hasta el 30 de noviembre, que es cuando oficialmente termina la temporada de huracanes. En nuestra parte del Caribe, agosto y septiembre son los meses de mayor peligro de huracanes.
Si naciste en el último año y crees que un huracán es algo así como un insecto palo veloz, lee esto inmediata y cuidadosamente. Si tienes más de un año de edad, lo más seguro es que leíste este boletín el año pasado. No necesitarías leerlo de nuevo, pero mantente alerta a los próximos boletines.
El conocimiento es poder y el propósito de este boletín es hacerte un conocedor respecto a los huracanes. Comencemos con el nombre. La palabra “huracán” existió mucho antes de que el Sr. Pájaro Bobo perdiera su familia allá por el 1780. Nos llega de los indígenas taínos, quienes vivieron en esta isla mil años antes de que los barcos españoles se aparecieran en el horizonte. Su palabra para tal tormenta es juracán, que luego se convirtió en la palabra en español: huracán.
¿Y cómo los huracanes son diferentes en relación a otras tormentas? Primero, son enormes, hasta mil millas de ancho. Segundo, viajan en un patrón circular turbulento alrededor de un centro de baja presión. Tercero, producen vientos fuertes. Si sus vientos registran 75 millas por hora (121 kph) o más, se declara que la tormenta es un huracán. Y cuarto: la lluvia. Los huracanes descargan mucha más lluvia, frecuentemente más de un pie de lluvia en una hora.
El viento, la lluvia y el transcurso de tiempo que toma, en que un huracán pase sobre un bosque pueden operar juntos para producir gran daño. NO TE DESCUIDES CON LOS HURACANES. Aprende cómo tú y tu especie pueden protegerse de los huracanes, y estén atentos a futuros boletines. Se publicarán cuando se forme un huracán.
Gorjeo de Carla Caracol:
Si alguien quiere conocer cómo es un patrón circular turbulento, nos pueden observar a nosotros, los caracoles C. caracolla, quienes tenemos una bella concha aplastada que es un excelente ejemplo del patrón espiral. Usualmente, nos encontramos medio escondidos en el suelo del bosque.
Gorjeo de Carlos Carpintero:
Debo hablar por otro miembro de la comunidad de aves, un miembro que usualmente no se encuentra en el bosque. Me refiero a la tijereta de mar, Fregata magnificens, la cual también se conoce localmente como rabijunco. A esta bella ave, frecuentemente, se le observa flotar en el aire sin moverse, sobre las bahías y el agua tierra adentro. A veces cambia su patrón de vuelo y vuela más hacia el interior, de manera poco elegante. Éste es uno de los indicadores naturales más importantes de que se aproxima un huracán. (Otro nombre para este pájaro es el ave de los huracanes.) Cuando el Sr. Pájaro Bobo comenzó este boletín, el vuelo errático de la tijereta era uno de los indicadores más importantes de que venía un huracán. Yo le digo “gracias” a este héroe no celebrado.
Gorjeo de Laura Lagartija:
Cuando leí este boletín el año pasado, me preguntaba por qué se dijo que la temporada de huracanes era desde junio hasta noviembre. ¿Qué evita que uno de ellos no llegue en enero o en marzo? De modo que fui a la biblioteca del bosque y me gustaría compartir con ustedes lo que encontré. Los huracanes requieren agua caliente para poderse formar. El océano necesita estar en como 90 grados Fahrenheit o más alto. Es por eso que los huracanes no se forman en lugares fríos como el océano Árctico y por qué no se forman en los meses de invierno. Aun en los lugares calientes como el Caribe, el agua está aproximadamente entre 80 y 85 grados, en el invierno.
Gorjeo de Pedro Palma de Sierra:
Me gustaría comentar sobre las lluvias fuertes. Vivo a orillas del Río Icacos, como a diez pies sobre el nivel del agua. He deseado mucho vivir más cerca del río y envidiaba a mi joven amiga Pam, otra palma de sierra quien vivió como a dos pies sobre el nivel del agua. En 1989, el huracán Hugo pasó sobre el bosque. La lluvia fue tan fuerte que apenas pude distinguir las plantas que me quedaban a un pie (0.3 metros) de distancia. En poco tiempo, el río comenzó a crecer. Vi cómo la forma sombría del agua subía y cubría las rocas mientras ascendía la ribera. Dentro de poco, el agua cubría las raíces y la parte de abajo del tronco de mi amiga Pam. Poco después, alcanzó mis raíces y luego la parte de abajo de mi tronco. No pude ver nada más de Pam. Hice todo por retener el suelo con mis raíces, las cuales estaban muy bien ancladas. Cuando el agua llegó a la mitad de mi tronco, pensé que iba a perecer, pero el agua comenzó a retroceder. Cuando el río volvió a su estado normal, Pam ya no estaba allí.
Gorjeo de Horacio Hongo:
Mi padre experimentó un huracán hace nueve años, sobre el suelo forestal. Vio cómo una ráfaga de viento tomó una rama de palma y la arrojó al tronco de un árbol de tabonuco de modo que la punta de la rama de palma penetró hasta la mitad del tronco. Permanece allí hasta este día.
Gorjeo #205
15 de septiembre de 1998
En lo que va del año, hemos tenido suerte. Varios huracanes de la región nunca llegaron hasta nuestra isla. Pero no estén satisfechos de sí mismos. Puede ser que otro venga por ahí. Reinaldo Reinita, en vuelo algo heroico, subió a la cima de una torre de observación y escuchó a dos científicos. Se forma una tormenta tropical en las aguas de la costa occidental de África, como a 400 millas al suroeste de las Islas de Cabo Verde. Por el momento es una depresión tropical: el séptimo de esta temporada. Una depresión es una tormenta débil, pero probablemente crecerá en fuerza al cruzar el océano Atlántico.
Como siempre, les mantendré informados. Estemos agradecidos de que podemos observar los huracanes mientras se mueven perezosamente a través del Atlántico. Tenemos tiempo para prepararnos. Tengo un pariente en la isla de Monserrat, donde hay un volcán. Los volcanes dan muy poco aviso antes de hacer erupción y arrojar cenizas y lava, que quema todo el paisaje.
Gorjeo de Tadeo Tabonuco:
He experimentado varios huracanes importantes en mis cientos de años. Por ser un árbol curioso, averigüé dónde estos huracanes comenzaron. Y al hacerlo, me topé con una gran ironía. La mayor parte de los huracanes salvajes, inmensamente poderosos y horríficamente peligrosos comienzan en una región tranquila del océano, llamada las calmas ecuatoriales. Calmas, ¡ja! Las calmas ecuatoriales yacen fuera de las costas de África, cerca del ecuador. Las temperaturas muy calientes de verano y el océano inmóvil se combinan para producir agua tibia, que es perfecta para la formación de los huracanes. A esta región se le apoda “la incubadora de los huracanes”. La mayoría de los huracanes importantes, que llega hasta nosotros, comienza en esta región. Estos huracanes se conducen por el Atlántico, cerca del ecuador y hacia el oeste. Viran lentamente hacia el norte y luego nuevamente hacia el oeste en alguna parte del Caribe.
Gorjeo #206
17 de septiembre de 1998
Tenemos un nuevo huracán. Como predijimos, ayer la depresión se hizo más fuerte. Se ascendió, de categoría, a tormenta tropical. Cuando un sistema es lo suficientemente fuerte como para llamarse tormenta tropical se le da un nombre. El nombre de éste es Georges. Hoy, la tormenta se hizo aún más fuerte, con vientos sobre las 75 millas por hora (121 kph). Oficialmente, ahora es el huracán Georges. Yace como a 1,300 millas al este de las Antillas Menores (las islas del Caribe que son más pequeñas y que quedan más al sur). Mientras que los vientos huracanados giran, el sistema entero se mueve hacia el noreste de cinco (8 kph) a 20 millas por hora (32 kph). Digamos que Georges es una tormenta rápida, al moverse a 20 millas por hora (32 kph). Pudiese llegar al Caribe en como tres días.
Tenemos muchos organismos en el bosque y cada uno se enfrentará a problemas especiales, si azota el huracán. Por favor, déjenos saber si tienen sugerencias de cómo su especies puede sobrevivir una tormenta. Ayer, se nos sometió lo siguiente. Le agradecemos a Carola y solicitamos más consejos prácticos como éste:
Gorjeo de Carola Coquí:
En el caso de que esta tormenta se convierta en un huracán y nos azote, me gustaría compartir un cuento de familia sobre mi bisabuelo, quien murió durante el huracán Hugo. Bisabuelo y su familia encontraron el hueco perfecto para superar la tormenta. Se escondieron debajo de hojas protegidas por una gran roca y la roca estaba lejos de riachuelos y arroyos. El huracán era feroz. Los vientos sonaron como los gritos de millones de criaturas, al romperse las ramas y arrancarse las hojas. La lluvia cayó en láminas diagonales. Tras algunas horas, cesaron los vientos y las lluvias. Bisabuelo, aventurero al fin, quiso salir y examinar los daños. Bisabuela, quien era mucho más cautelosa (de hecho, nunca salió de ese hueco hasta el día en que murió), le rogó que se quedara adentro. Bisabuelo no le prestó atención a su esposa. Él estuvo afuera poco tiempo cuando de repente los vientos y las lluvias nuevamente se intensificaron ferozmente. Bisabuelo no conocía acerca del ojo del huracán. Por ello pagó con su vida.Recuerden que los huracanes giran en espirales circulares. El núcleo central de este espiral es el “ojo”. Puede medir 25 millas (40 km) de ancho. Aquí los vientos se detienen, las lluvias disminuyen y hasta puedes ver el cielo azul. Pero la tormenta solo va por la mitad, porque al seguir pasando el huracán, los vientos y las lluvias aumentan nuevamente, desde el lado opuesto. No sean tentados a revisar su entorno porque, si no, les sobrevendrá el mismo destino que el de mi bisabuelo.
Gorjeo #207
19 de septiembre, 1998
¡¡GRAN ALERTA!! Se nos acaba de informar que un avión, equipado con instrumentos para medir el huracán Georges, voló al centro del huracán. ¡Qué grupo heroico (¿o acaso la palabra correcta es temerario?) de hombres y mujeres! Registraron vientos de 150 millas por hora (241 kph), con una presión atmosférica baja de 938 milibares. Un huracán es como una inmensa máquina que se bate a lo largo del océano. Se hace mucho más destructivo cuando los vientos se ponen más fuertes y baja la presión barométrica. Georges se ha convertido en un huracán poderoso de categoría 4. Tan solo está a un paso de ser un huracán de categoría 5, el huracán más destructivo imaginable. Esto significa, en arroz y habichuelas, ¡que estamos metidos en un serio problema! Busquen lugares seguros para quedarse, reúnan su provisión de alimento y agua, y quédense cerca de sus casas.
Gorjeo de Teodosio Tabonuco:
Al acercarse este huracán, siento que debo darles más información histórica relevante. Cerca de 11 huracanes importantes han pasado sobre Puerto Rico desde 1700. La mayoría de estos huracanes ha tenido un movimiento similar, azotando la isla por la costa este, frecuentemente en la parte sur y central de la costa. Depositan la mayor parte de la lluvia en las montañas del este de la isla. Luego se dirigen hacia el oeste y un poco hacia el norte, y salen de la isla por la mitad norte de la costa occidental. Encontré un mapa que muestra las trayectorias de los huracanes. Mírenlo.Si el huracán Georges azota a Puerto Rico, las montañas de Luquillo lo más seguro absorberán parte de los vientos y las lluvias más fuertes. Algunos científicos especulan que las montañas de Luquillo han redirigido a los huracanes durante siglos, salvando así a la isla de más huracanes importantes. Tal vez por ello los taínos pensaban que dioses protegían a la isla desde la cima del pico El Yunque, en las montañas de Luquillo.
Gorjeo de Lorenzo Lagartijo:
Es de conocimiento general, en la comunidad forestal, que muchos lagartijos viven en las ramas superiores de los árboles. Algunos nunca descienden a la parte inferior del bosque. Mi sugerencia para estos lagartijos es:
¡BÁJENSE Y BÁJENSE AHORA!
Si el huracán llega a pasar sobre el bosque, los fuertes vientos doblarán las partes superiores de los árboles hasta que éstas estén casi paralelas al suelo. Arrancarán las hojas y las ramas de los árboles. Muchos de los árboles se convertirán en nada más que troncos pelados, parados en atención. En algunos casos, hasta los troncos caerán. No creo que tenga que dibujarles una imagen de lo que les pasará si permanecen en las partes superiores de los árboles.
Gorjeo #208
20 de septiembre de 1998
Hoy tenemos buenas y malas noticias. Primero, las buenas noticias. La velocidad y la dirección del viento del huracán Georges han cambiado. Como resultado, el espiral del huracán no es tan simétrica como lo era. Esto ha debilitado al huracán hasta hacerlo una tormenta de categoría 2. Aunque la categoría 0 es la mejor (ja ja), una tormenta de categoría 2 causará menos daños que una de categoría 4.
Las malas noticias: el huracán Georges está a 585 millas (941 km) al sureste de Puerto Rico. Permanece en dirección de azotar la isla. Si se mueve rápidamente, pudiese llegar a nuestras costas dentro de 29 horas.
Gorjeo de Cándido Caracol:
Si nos azota, vamos a tener mucha lluvia muy fuerte. Con tales aguaceros en tan poco tiempo, los riachuelos rápidamente sobrepasarán las riberas. Las plantas, los animales, los suelos y las rocas se arrastrarán río abajo. Al sobresaturarse el suelo, también podrá haber deslizamientos a lo largo de algunas de las laderas de las pendientes más fuertes. Al moverse cuesta abajo, estos deslizamientos pueden desarraigar acres de árboles y plantas.Compañeros caracoles, comiencen a moverse AHORA AHORA AHORA a las áreas de pendientes menos fuertes, cuesta arriba de los riachuelos y los arroyos. Busquen aquellos árboles que tienen buenos sistemas de raíces fuertes, como los tabonucos, palmas de sierra y los del bosque enano. Estos árboles son menos propensos a caerse. ¡Métanse debajo de ellos y no se muevan!
Gorjeo #209
21 de septiembre de 1998
Al amanecer, el huracán Georges estuvo a 75 millas (121 km) al este de Santa Cruz, en las vecinas Islas Vírgenes de Estados Unidos. Encontró aguas más calientes. Desafortunadamente, esas aguas han revivido al huracán. Una vez más, Georges tiene un movimiento espiral simétrico. Los vientos cobran velocidad al circundar el ojo. Lo más seguro es que Georges llegará a la costa este de Puerto Rico al finalizar el día. Los expertos meteorológicos predicen que éste será el huracán más destructivo en azotar a Puerto Rico desde San Ciprián, en 1932.
[He aquí una trivialidad, en lo que esperamos la tormenta: Allá por 1932, la isla siguió la tradición católica española de nombrar los huracanes según los santos patronos. Cada santo patrono tiene un día especial durante el año y el santo, cuyo día, en el que azotaba un huracán, se convertía en el nombre del huracán. Por ello, al huracán del 26 de septiembre de 1932 se le llamó San Ciprián. Tuvimos al huracán Hugo en 1989 y tenemos al huracán Georges hoy, pero estos nombre fueron dados por la Organización Meteorológica Mundial.]
Buena suerte a todos.
Gorjeo #210
29 de septiembre de 1998
Hasta hoy, una semana tras el azote del huracán Georges en Puerto Rico, no habíamos podido publicar nuestro primer segmento de gorjeos pos huracán. Primero, recapitularemos sobre lo que aconteció:
A las 7:00 p.m. del 21 de septiembre, el ojo del huracán Georges, entonces categoría 3, entró a Puerto Rico por la costa sureste. Se registraron vientos de 115 millas por hora (185 kph), con ráfagas de hasta 150 millas por hora (241 kph). La presión atmosférica era de 967 milibares. El diámetro del ojo abarcaba entre 20 y 25 millas de ancho (32 y 40 km de ancho). George cruzó la isla por el sur de la cordillera central, que forma la espina dorsal de la isla. Esto ocurrió un poco al sur de las montañas de Luquillo, que quedan al este de Puerto Rico. Aunque el daño en el bosque fue severo, hubiese sido peor si el ojo hubiese pasado directamente por encima del mismo. Tormentas intensas, lluvias muy fuertes y tornados ocasionales acompañaron al huracán. A la 1:00 a.m. el ojo salió de Puerto Rico al suroeste de la ciudad de Mayagüez, que queda al centro de la costa.
El nido donde se publica Criaturitas se destruyó durante la tormenta. Un lado del nido se fue volando y habrá que reemplazarlo. Pero, después de todo, fuimos muy afortunados. El árbol en que vivimos perdió la mayor parte de sus hojas, pero no perdió ninguna de sus ramas y eso parece haber sido el caso para la mayor parte de los árboles en esta región. Las flores que nos suplen néctar e insectos han desparecido, pero hemos encontrado algunos frutos, en el suelo. Estamos sobreviviendo. Hemos visto muy pocas aves y tememos que ha habido gran sufrimiento en la comunidad aviar.
Por cinco días, ningunos de nuestros contribuyentes podían comunicarse con nosotros. Comenzamos a recibir reportajes, lentamente y los estamos compartiendo con ustedes.
Gorjeo de Henrieta Helecho:
Mi comunidad vecina de helechos y yo sobrevivimos la tormenta. Al mirar hacia arriba, vemos troncos y ramas color marrón y muy pocas hojas. A pesar de tanta lluvia, parece como si el bosque hubiese sufrido un gran incendio. Sin las hojas, nos llega mucho más luz solar que lo que es usual. Algunas de nuestras frondas comienzan a secarse y tornarse color marrón.
Gorjeo de Andrés Alga:
El río Espíritu Santo, donde vivo sobre un gran peñón, creció más de 13 pies durante el huracán. Estuve bajo el agua por más de 24 horas, pero eso no me molestó. Los camarones de río, que usualmente se ven en una charca quieta, cerca de mi peñón, han desaparecido. Temo que se hayan ahogado al ser arrastrados al mar.
Gorjeo de Yadiel Yagrumo:
Perdí todas mis hojas y algunas ramas superiores, pero estoy agradecido de estar vivo. Muchos de mis compañeros árboles de yagrumo fueron derribados por los vientos fuertes y la inundación. Estamos de luto.
Gorjeo de Coralis Colibrí:
Verdaderamente tengo suerte, ¡pues sobreviví esta tormenta! He revoloteado algo y he notado numerosos deslizamientos que crean áreas fangosas en las laderas de las montañas. También he visto muchos árboles desarraigados. Como resultado de esto, la mayor parte de los caminos y las veredas del bosque son impasables. No ha habido visitantes humanos molestosos en el bosque, solo unos científicos intrépidos. Pudiese decirse que ¡no todo es malo respecto a los huracanes!
Gorjeo de Cuco Coquí:
No son buenas las noticias respecto a nosotros los coquíes. Casi todas las ranas, que no bajaron de sus perchas arbóreas, perecieron. Ahora, créanlo o no, sufrimos de condiciones de sequía. Demasiada luz llega al suelo forestal y lo excesivo del calor y la luz ya ha matado cierta cantidad de nuestros juveniles. Ellos sobrevivieron las inundaciones, solo para luego morir por la sequía. Qué triste ironía…
Gorjeo de Ignacio Higuillo:
Debo reportar, con profunda tristeza, que todos los insectos palo, que habitaron mis ramas y hojas, han perecido. La combinación de vientos y lluvias fuertes los arrastró de mí y desde el huracán no he visto ni uno solo en mi vecindad.
Gorjeo #211
22 de octubre de 1998
Hoy marca un mes desde que el huracán Georges azotó a Puerto Rico. El bosque aún parece como si un fuego lo arrasara, pero si miras de cerca, puedes comenzar a ver diminutos retoños y otras señales de vida, tanto en los árboles como en el suelo. No hemos tenido mucha lluvia y ni siquiera la cantidad de nubes que acostumbramos tener. Muchos organismos continúan sufriendo de la luz y el calor intenso en el bosque. Sin embargo, tuvimos un buen aguacero la semana pasada. Eso ha ayudado mucho. Se darán cuenta, por nuestros gorjeos, de que no todo anda mal en la comunidad forestal.
Les agradecemos a todos los que se han comunicado con nosotros durante esta crisis. Este será nuestro último boletín hasta que comience la temporada de huracanes, el 1 de junio, a menos, por supuesto, que hubiese otro tipo de emergencia en nuestro bosque.
Gorjeo de Carla Caracol:
Seguí el consejo de Cándido. Antes de que azotara el huracán, me pasé el día entero moviéndome a terreno más elevado y eso salvó mi vida. Gracias, Cándido y gracias, Regina, por publicar Criaturitas.¡Aye! Nosotros los caracoles somos organismos que necesitan lugares húmedos y sombríos para vivir. Muchos de los que sobrevivimos el huracán hemos sucumbido a la luz solar excesiva y a las condiciones de sequía.
Gorjeo de Clarisa Coquí:
He saltado con pesadumbre este pasado mes, pero en estos últimos días me siento un poco más esperanzada. La mortandad parece haberse detenido y hasta he visto coquíes recién nacidos. Billones de hojas cayeron durante el huracán. Con toda esa materia orgánica, en el suelo, tenemos muchos lugares idóneos para montar nuestras casas. Creo que los coquíes van a ser una fuerza a tener en cuenta en los próximos meses…
Gorjeo de Luis Lagartijo:
Gracias al consejo, de Lorenzo Lagartijo, la mayoría de los lagartijos, que estaba en las ramas superiores, descendió al suelo y sobrevivió el huracán. Desafortunadamente, ahora hay el doble de los lagartijos acá abajo y muy poca comida para todos. Muchos de nuestros alimentos favoritos, principalmente los insectos, murieron por el huracán. Los lagartijos se pelean entre sí para obtener lo poco de comida que queda y muchos se mueren de hambre. Si los insectos no regresan pronto, habrá una gran pérdida de vida lagartija. No he tenido una buena comida desde antes de que azotara el huracán.
Gorjeo de Yadiel Yagrumo:
Sé que ha habido mucho sufrimiento en el bosque desde el huracán y yo también he perdido muchos amigos. Pero para mí y mis compañeros árboles de yagrumo este es un gran momento. Nuestras semillas realmente prosperan con tanta luz solar. Miles de arbolitos de yagrumo crecen rápidamente en mis alrededores, en los claros del bosque. Jamás había visto tantos en toda mi vida y eso me enorgullece.Deseo informar algo nuevo y curioso a la vez. En los últimos días, he comenzado a notar que hay orugas bebés que se arrastran por los yagrumos jóvenes. Son un tipo de oruga que jamás había visto antes y he contado cientos de ellos. ¿Qué significa esto?
Gorjeo de Hilda Hongo:
No pretendo parecer ser poco amable hacia esos muchos quienes han perdido sus seres queridos, pero nosotros los hongos estamos saludables y extremadamente activos ahora. Los hongos perdieron sus cabezas (ja ja) durante la tormenta, pero las partes que crecían bajo la tierra permanecieron seguras. Al amainar la tormenta, notamos una cantidad tremenda de madera caída. Nuestras vidas están dedicadas a tomar esa madera, descomponerla y digerirla. ¡Nunca habíamos estado tan productivos ni felices! Para un hongo, ¡esto es el paraíso!
Gorjeo de Tadeo Tabonuco, hijo:
Me gustaría informar que la mayoría de los árboles de tabonuco en mi parte del bosque sobrevivieron el huracán. Perdimos nuestras hojas, pero ya han comenzado a salir de nuevo. Mi padre, Tadeo Tabonuco, padre, fue tumbado por los vientos fuertes. Este es un momento triste para todos nosotros, pero él había estado padeciendo hacía algún tiempo. Él echaba de menos a sus viejos amigos, la mayor parte del cual cayó, hace ya mucho tiempo. Así que, de muchas maneras, fue una bendición disfrazada. Ahora mi hijo, Tadeo Tabonuco III, tendrá más espacio para crecer y convertirse en un hermoso árbol adulto.
Nota del editor: Bien dicho, Tod. La vida continúa.